Este último dato es por supuesto, lo más interesante, dado que más de 300 millones de PC con Windows se venden cada año, pero este mercado está en declive, y se esperan que más de 2,8 millones de tabletas y teléfonos se vendan cada año.
Esto explica por qué Microsoft ve a estos dispositivos de gama baja como el futuro de la compañía, a pesar de la resistencia de su base instalada de Windows.